El Ayuntamiento de Barakaldo solicitará a Adif y Renfe que mejore la accesibilidad de las estaciones de Lutxana y Desertu

La mejora de la accesibilidad para los barakaldeses y barakaldesas centró ayer parte del debate del pleno de abril. Por un lado, el Ayuntamiento solicitará a Adif, Renfe y el Departamento de Fomento de Madrid la mejora en la accesibilidad y seguridad de las estaciones de Lutxana y Desertu. “EAJ-PNV ya había remitido a su grupo parlamentario la necesidad de actuar en ambas zonas ya que consideramos que es de justicia que se tomen medidas al respecto”, ha recordado Gorka Zubiaurre, concejal de Acaldía. En el caso de la estación de Desertu, la accesibilidad se resolverá con el proyecto de la pasarela de Murrieta, que contempla la instalación de dos ascensores para acceder a los andenes.

También el Kbus, autobús urbano de Barakaldo, mejorará la accesibilidad de los carritos de bebé con la revisión de la normativa que regula este servicio. “Habían llegado peticiones por parte de vecinos y vecinas solicitando que las rampas de los autobuses se bajasen también con las sillas de los bebés, y no solo con las sillas de ruedas, por lo que transmitimos a los técnicos la necesidad de modificar el reglamento en vigor, siempre teniendo en cuenta un uso racional de los mecanismos”, ha apuntado Zubiaurre. Del mismo modo, se mantendrán contactos con el Departamento de Transportes de la Diputación Foral de Bizkaia para solicitar permiso para la instalación de asientos en la nueva parada del Kbus en la intermodal de Ansio así como para el traslado de la cabida de Bizkaibus de la calle Arrandi al barrio de Retuerto.

Por otro lado, el equipo de gobierno quiere aclarar las acusaciones vertidas ayer por Irabazi, en las que se hacía referencia al contrato de recogida de animales abandonados. La falta de una normativa que regule el sistema de microchipación de estos animales llevó a que surgieran discrepancias entre el Ayuntamiento y la empresa concesionaria del servicio. Esta última no quería hacerse cargo de los perros abandonados hasta que no se les fuese implantado el chip, lo que provocó que tuvieran que mantener a cargo de la anterior concesionaria, generando el gasto de los 10.000 euros denunciado ayer por el grupo Irabazi. “Entendimos que la prioridad, hasta que alcanzásemos un acuerdo con la empresa, era que los animales no se quedasen sin atención”, ha destacado el concejal de Alcaldía.

La falta de unas pautas de actuación en este ámbito, que también provoca discrepancias en otros Ayuntamientos de la

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