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Queda en evidencia el nuevo estilo del PSE de Barakaldo: de Guatemala a Guatepeor
26/07/2013
En el pleno del miércoles se trataba una moción que habíamos presentado desde EAJ-PNV para tratar de fomentar la actividad económica y el empleo en Barakaldo. Pedíamos que se invitara a las empresas de Barakaldo a presentarse al concurso para la obra de construcción del paso en superficie alternativo a los túneles de Lutxana.
En su estreno como Alcalde, Alfonso García, convirtió nuestra moción en ruego para evitar que se pudiera votar. La verdad es que no entiendo qué le molestaba al PSE de nuestra moción. Le tocó al concejal de Servicios Municipales explicar su posicionamiento y su único argumento fue que la propuesta de EAJ-PNV era ilegal y que impedía el derecho legal de cualquier empresa a presentarse al concurso. Le tuve que explicar lo que decía realmente nuestra propuesta porque resultaba evidente que su falta de interés por las iniciativas de los demás le había llevado a no leerla siquiera. EAJ-PNV pedía que se invitara a las empresas de nuestro pueblo a presentarse al concurso, respetando el derecho de libre concurrencia de las demás mediante las correspondientes publicaciones que le ley determina.
Fue curioso escuchar al portavoz del PSE decir que ellos preferían los concursos (en los que sólo hay publicación, sin invitación expresa a ninguna empresa) a los procedimientos negociados (en los que se invita al menos a 3 empresas, a elección de quien gobierna y se publica además el contrato para que cualquier interesado pueda conocerlo y presentarse). Me venían a la cabeza los mil y un reparos que leo cada mes durante años del interventor municipal advirtiendo de defectos en las contrataciones del equipo de gobierno por “fraccionamiento de contratos”; es decir, dividirlos artificialmente en partes para permitir que, por su cuantía, encajen en el procedimiento negociado sin verse obligados a acudir al concurso. Algunos de estos famosos fraccionamientos son tan poco originales como aquel “Bailable de Lutxana I” y “Bailables de Lutxana II” por los que los socialistas de Barakaldo no llegaron siquiera a sonrojarse.
Todo vale con tal de rechazar lo que los demás les proponemos, aunque el objetivo de esas propuestas sea tratar de fomentar la actividad económica y el empleo en Barakaldo.
La moción pidiendo al Alcalde que cumpla lo acordado hace 575 días para poner aulas de 0 a 2 años para los niños y niñas de Barakaldo no tuvo mejor suerte. El concejal de Educación volvió con sus mismos argumentos peregrinos para negarse a poner en marcha las Haurreskolak. Les recordé que esta moción no pedía que el pleno dijera “Haurreskolak sí o no”, que eso ya lo dijo hace 575 días. Lo que el pleno pedía es que el Alcalde respetara la decisión democrática mayoritaria del pleno. Su respuesta fue NO, tanto por parte del concejal como del propio Alcalde. Insistieron en exponer informes que avalan que no cumplir esas mociones no acarrea consecuencias legales para ellos. Eso nadie lo duda. La ley recoge la obligación de cumplir las mociones, aunque es cierto que no contempla consecuencias legales personales para quienes incumplen ese deber.
De modo que el Alcalde y su concejal dejaron claro que no van a cumplir lo que el pleno acordó. De nada sirvió que todos los partidos de Barakaldo le pidieran al PSE que respetara las decisiones del Pleno. Su respuesta fue que ellos deciden lo que se hace y lo que no.
Le pregunté al PSE de Barakaldo qué respuesta iba a ofrecer a esas 150 familias que se han quedado este año sin plaza en las escuelas infantiles municipales, qué lee iba a ofrecer. Nada de nada. Para esas familias no hay respuesta.
Una gran decepción que el nuevo Alcalde, que se presentaba con la intención de escuchar a los vecinos y vecinas y al resto de partidos de la oposición se estrena así. Espero sinceramente que recapacite y cambien de opinión. Barakaldo lo necesita.
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